El gobierno de Estados Unidos ha implementado una nueva regulación que entrará en vigor cuando la mercancía comience a arribar a los puertos norteamericanos en 40 días. Esta medida, que busca fortalecer el control de calidad y seguridad de los productos que ingresan al país, afectará a todos los sectores importadores. Las autoridades esperan que esta normativa mejore los estándares de seguridad y reduzca riesgos asociados con productos de baja calidad o peligrosos.
La implementación de esta normativa ha generado diversas reacciones entre importadores y asociaciones comerciales. Mientras algunos expresan preocupación por posibles retrasos y costos adicionales, otros ven con buenos ojos el refuerzo de medidas que aseguran la integridad de las mercancías. Expertos señalan que esta regulación tendrá un impacto significativo en las cadenas de suministro, lo que obligará a empresas a adaptarse a las nuevas exigencias, asegurando así un comercio exterior más eficiente y seguro.
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