En un intento por fortalecer la soberanía tecnológica de China y enmarcarse como un pilar esencial en la infraestructura de la nube y la inteligencia artificial, Zhaoxin ha revelado las especificaciones de su nueva línea de procesadores de servidor KaiSheng KH-50000. Justo antes del 76.º aniversario de la fundación de la República Popular China, la compañía describe este lanzamiento como una «ofrenda tecnológica», destacándose por su notable incremento en la densidad de cómputo y modernización del subsistema de memoria e I/O.
La serie KH-50000 incluye variantes de 96 y 72 núcleos y se destaca por el uso de packaging Chiplet. En su versión más robusta, cada socket del procesador puede albergar 12 dies de CPU que suman hasta 96 núcleos, superando ampliamente a su predecesor KH-40000 que contaba con 32 núcleos. Este incremento abre la posibilidad de crear máquinas con cuatro sockets y hasta 384 núcleos, optimizando el rendimiento en aplicaciones cloud, inteligencia artificial y servicios edge.
En cuanto a la memoria e I/O, la serie KH-50000 incorpora 12 canales DDR5-5200 ECC, soportando hasta 3 TB por socket, lo que resulta crucial para procesar grandes cantidades de datos. Además, ofrece 128 líneas PCIe 5.0, compatibles con CXL, y otras interfaces que maximizan la flexibilidad para conectar GPU, NIC y aceleradores en configuraciones modernas.
El nuevo procesador también apuesta por la escalabilidad, permitiendo configuraciones de hasta cuatro procesadores por servidor, con soporte para 384 núcleos mediante la interconexión ZPI 5.0, que busca mejorar la latencia y eficiencia energética. Esta arquitectura está diseñada para aplicaciones HPC y servidores densos de IA, proporcionando una latencia intersocket reducida.
En términos de seguridad, los procesadores KH-50000 integran algoritmos criptográficos chinos, soporte para TPM 2.0 y cumplen con la normativa GM/T 0012-2020. Estos elementos están dirigidos a sectores sensibles como la administración pública y las finanzas, donde el cumplimiento normativo y la soberanía tecnológica son críticos.
Zhaoxin también asegura la compatibilidad x86, crucial para facilitar la adopción en empresas que dependen de aplicaciones heredadas. El soporte para sistemas operativos locales como Kylin consolida su apuesta por un ecosistema tecnológico autónomo.
Con esta innovación, Zhaoxin busca establecer su tecnología como la columna vertebral de la infraestructura «nube-borde-dispositivo», promoviendo una solución completa que abarca desde centros de datos hasta terminales personales. Así, la compañía se posiciona como un actor relevante en el mercado de servidores de última generación, donde la soberanía y el cumplimiento normativo son tan importantes como el rendimiento y la eficiencia. Aunque el potencial es prometedor, el éxito dependerá de la colaboración del ecosistema en torno a estos nuevos procesadores.
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