La misa inaugural del papa León XIV se convirtió en un importante escenario diplomático, destacándose el apretón de manos entre el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y el vicepresidente estadounidense, JD Vance, quien asistió junto al secretario de Estado, Marco Rubio. Este encuentro marca un contraste significativo con el tenso intercambio que se vivió durante su última reunión en el Despacho Oval, donde las diferencias sobre la estrategia diplomática con Rusia habían generado un ambiente hostil. La llegada de ambas delegaciones a la plaza de San Pedro, junto a otros líderes mundiales, simboliza una nueva etapa en las relaciones entre Ucrania y Estados Unidos.
A pesar del pasado tenso en sus encuentros, la imagen del saludo entre Zelenski y Vance refleja un posible acercamiento. En la ceremonia, ambos dirigentes parecieron dejar atrás los conflictos del pasado, donde Vance había disputado con Zelenski sobre cómo abordar la guerra en Ucrania. Además, el reciente funeral del papa Francisco, donde Trump y Zelenski compartieron un asiento, subraya la evolución en la política exterior y el diálogo entre Estados Unidos y Ucrania, sugiriendo una tendencia hacia una mayor cooperación en medio de las dificultades que atraviesan ambos países.
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