Ucrania y Rusia se enfrentan en un tenso juego diplomático previo a las negociaciones de paz previstas en Estambul. Ambos países buscan el respaldo del presidente estadounidense, Donald Trump, como un factor clave para inclinar la balanza a su favor. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha propuesto un encuentro cara a cara con su homólogo ruso, Vladímir Putin, obteniendo el respaldo de Trump, mientras que Moscú ha evitado responder directamente. Según Zelenski, la ausencia de Putin en las negociaciones demostraría la falta de voluntad de Rusia para poner fin al conflicto, lo que debería desencadenar un paquete de sanciones contundente por parte de EE.UU. y sus aliados europeos.
El panorama internacional se complica con la participación de delegaciones de ambos países en Turquía, mientras China y Brasil expresan su apoyo a las conversaciones, instando a un diálogo directo como medio para resolver el conflicto. La presión de Trump sobre Ucrania, combinada con un enfoque conciliador hacia Rusia, refleja un delicado equilibrio político. Funcionarios estadounidenses, como el secretario de Estado Marco Rubio, estarán presentes en Estambul, atentos al desarrollo de los eventos. La comunidad internacional, especialmente los aliados europeos, se prepara para responder ya que una retirada estadounidense podría perjudicar seriamente a Ucrania, actualmente dependiente de su apoyo militar.
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