La cumbre celebrada en París ha congregado a líderes de 31 países con el objetivo de consolidar el apoyo a Ucrania, no solo ante la situación de guerra actual, sino mirando hacia una paz sostenible a largo plazo. El evento, convocado por el presidente francés Emmanuel Macron en el Palacio del Elíseo, reunió a destacados dirigentes europeos, incluyendo los jefes de Gobierno de Alemania, Reino Unido y España, así como a representantes de la OTAN, la UE, Turquía, Canadá y Australia. La «reunión sobre la paz y la seguridad para Ucrania» se extendió por más de cuatro horas, centrando sus debates en cómo continuar la provisión de ayuda militar inmediata y de largo plazo para que Ucrania pueda resistir agresiones futuras. Macron anunció un paquete de ayuda militar francesa de 2.000 millones de euros, subrayando la importancia de un alto el fuego sólido y el establecimiento de una fuerza militar internacional para disuadir a Rusia.
Durante la cumbre, Macron y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski hicieron hincapié en la necesidad de un alto el fuego de 30 días propuesto por Estados Unidos y Ucrania, el cual Moscú ha ignorado hasta ahora. Ambos líderes destacaron que todavía no es momento de flexibilizar las sanciones económicas internacionales contra Rusia, considerando necesario un acuerdo de paz previo. La reunión de París se produce en un contexto donde los países europeos buscan reafirmar su apoyo a Ucrania ante la percepción de un distanciamiento de la Administración Trump de sus tradicionales compromisos con Kiev. Zelenski, en declaraciones a la televisión francesa, expresó su preocupación por la postura del enviado presidencial estadounidense Steve Witkoff, acusándolo de adoptar con demasiada frecuencia la narrativa del Kremlin, lo que podría reducir la presión sobre Rusia.
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