En una declaración contundente, el presidente ha manifestado su firme postura de impedir que Vladímir Putin ejerza control sobre Ucrania, subrayando la importancia de la soberanía e integridad territorial del país. En este contexto, ha hecho un llamamiento al gobierno de Estados Unidos, instando a que adopte un rol más comprometido como socio estratégico en apoyo a Kiev, en lugar de limitarse a actuar como un mediador entre Ucrania y Rusia. Esta declaración resalta las tensiones geopolíticas en la región y destaca la necesidad de alianzas claras y comprometidas para contrarrestar las influencias regionales que amenazan la estabilidad y seguridad de Europa del Este.
El llamado a Estados Unidos para que asuma una postura más proactiva refleja la urgencia de fortalecer las asociaciones internacionales en un momento crítico. La expectativa es que, con un enfoque más decidido y colaborativo, Washington pueda brindar el respaldo necesario para contrarrestar posibles agresiones y consolidar la defensa de Ucrania ante cualquier intento de dominación por parte de Rusia. Estas declaraciones se producen en un contexto de creciente inestabilidad, donde las decisiones de los actores globales más influyentes podrían definir el futuro de las relaciones internacionales en la región.
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