La reciente ausencia de los Reyes de España en la ceremonia de reapertura de la Catedral de Notre Dame en París ha generado un “malentendido” entre la Casa Real y el gobierno español, según fuentes oficiales. La ceremonia, a la que asistieron casi 40 líderes mundiales, fue vista como una importante cumbre internacional a la que España no tuvo representación oficial. Desde La Zarzuela explicaron que los Reyes declinaron la invitación por motivos de agenda, comunicándolo a través de un telegrama enviado por el embajador español en París. La conversación entre el jefe de la Casa del Rey, Camilo Villarino, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, durante un vuelo a Roma, donde los Reyes iniciaron una visita de Estado, ayudó a resolver el incidente y ambas partes acordaron mejorar la comunicación futura.
El Gobierno, a través de su portavoz Pilar Alegría, restó importancia a lo que consideró una “polémica artificial”, aunque dentro del Ministerio de Exteriores había malestar por no haber sido informados previamente. Albares y la ministra de Cultura, Ernest Urtasun, también declinaron la invitación a la ceremonia, lo que incrementó las tensiones. Por su parte, el PP criticó al Gobierno a través de redes sociales, calificando la ausencia en el evento como una vergüenza nacional. Mientras tanto, los Reyes continúan con su agenda en Roma, donde Felipe VI pronunciará un discurso en el Parlamento y será nombrado doctor honoris causa.
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