En un contexto de creciente represión política en Venezuela, Julio Borges, exiliado político y figura destacada de la oposición, clama por la liberación del alcalde de Maracaibo, Rafael Ramírez Colina, encarcelado por el régimen de Nicolás Maduro. Borges, en un mensaje difundido en la plataforma X, enfatizó el valor de la verdad y la honestidad frente a lo que califica como una dictadura alineada con Irán, China y Rusia. En una entrevista, Borges expresó su escepticismo sobre las intenciones del régimen, destacando que su único objetivo es mantenerse en el poder mediante tácticas de represión y manipulación. Resaltó asimismo la fragilidad interna del régimen de Maduro, sugiriendo un posible cambio impulsado por presiones internacionales y contradicciones inherentes en la estructura del poder venezolano.
El panorama político se complica con Edmundo González Urrutia, presidente electo en las controvertidas elecciones del 28 de julio, quien ha manifestado su intención de asumir el cargo el 10 de enero. Borges enfatiza la importancia del apoyo internacional para lograr un desenlace democrático en Venezuela, subrayando que no es solo Venezuela quien está en juego, sino también la estabilidad en Iberoamérica. Según Borges, la táctica de Maduro de promover un gobierno en el exilio es meramente una herramienta de miedo y división, y critica la tibia postura de la comunidad internacional, especialmente de España, ante la deriva autoritaria en Iberoamérica. Aboga por una visión estratégica que priorice la democracia y los derechos humanos, enfatizando la necesidad de evitar que Venezuela siga los pasos de naciones con regímenes autoritarios, como Cuba o Corea del Norte.
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