Sonsoles Ónega recibió en su programa a la emblemática artista de los 90, Rebeca Pous, quien ofreció una entrevista profundamente personal. La cantante se emocionó al hablar sobre su relación con su madre, Franciska, revelando que se siente más como la madre de ella que viceversa. A raíz de la enfermedad de su padre, Pous ha asumido un papel de cuidadora desde hace años, enfatizando la soledad que siente debido a la falta de familia cercana y su compromiso inquebrantable con su madre.
Durante su intervención, Rebeca compartió cómo su vida profesional se complica ante la necesidad de estar presente para su madre, incluso confesando que le gustaría poder tomarse un fin de semana de vacaciones con su pareja, pero la culpa la retiene. La artista se mostró vulnerable al expresar que lo más doloroso es ver a su madre llorar y el deseo de que nadie más la cuide. A pesar del sacrificio, Pous afirmó que lo más significativo que ha hecho en su vida es ser una «gran hija», destacando la complejidad de su situación y su deseo de un futuro en el que ambas puedan disfrutar juntas por muchos años más.
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