Lhasa ha sido el escenario central de las celebraciones por el 60º aniversario de la región autónoma, consolidándose como un evento de gran relevancia política y cultural. La conmemoración contó con la participación de numerosos funcionarios de alto rango, y fue dirigida por el líder supremo de China, Xi Jinping. En su discurso, Xi destacó los logros económicos y sociales alcanzados en la región bajo el dominio chino, subrayando la importancia de la unidad y estabilidad para el futuro de Tíbet. Además, se realizaron diversas actividades culturales que resaltaron la rica herencia tibetana, fusionándola con demostraciones de progreso y modernidad.
Las festividades también otorgaron especial atención a la participación y respaldo de las comunidades locales, reforzando el mensaje de armonía promovido por las autoridades. Mientras que para el gobierno chino estos eventos significaron una reafirmación de control y desarrollo, los observadores internacionales y grupos de derechos humanos continúan expresando preocupaciones sobre las libertades culturales y religiosas en la región. Aunque las celebraciones transcurrieron sin incidentes, el Tíbet sigue siendo un foco de tensiones políticas internacionales, donde se observan de cerca los movimientos de Pekín respecto a su autonomía y derechos humanos.
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