A sus 31 años, el pívot del Barça lidera como capitán a una España que se prepara para enfrentar el Europeo de baloncesto con expectativas más modestas que en años pasados. Este veterano jugador, que ha regresado recientemente de su etapa en la NBA, se enfrenta al desafío de reconectar mentalmente con el equipo nacional en un momento crucial. El combinado español, que históricamente ha estado en la cima de las competiciones internacionales, ahora busca redefinirse y luchar por un lugar destacado en el torneo, en medio de un proceso de transición generacional y ajustes tácticos.
El jugador ha admitido las dificultades que ha encontrado al ajustarse nuevamente al ritmo y dinamismo del conjunto español, tras su paso por la liga estadounidense. Este periodo de adaptación no solo implica un ajuste físico, sino también mental, ya que el rol de capitán conlleva una presión adicional para guiar y motivar a un equipo joven y en evolución. El reto es significativo, pero el pívot del Barça se muestra comprometido con el objetivo de superar las expectativas y devolver a España a una posición competitiva en el panorama europeo.
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