En las elecciones estadounidenses de este martes, el expresidente y candidato republicano, Donald Trump, emitió su voto mientras defendía que sus seguidores «no son violentos». Sin embargo, Washington D.C. se encuentra en alerta máxima mientras los negocios cerca de la Casa Blanca y el Capitolio se blindan con enormes tablas de madera para proteger sus escaparates y ventanas, en previsión de posibles disturbios. La aparente calma contrasta con los recuerdos del violento asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, orquestado por una turba de seguidores de Trump y que dejó un saldo fatal. A pesar del ambiente tenso, la jornada electoral se desarrolla con tranquilidad en algunos centros de votación como el H. D. Cooke en Columbia Heights, donde votantes como Kayla Strong y Phillip Smith expresaron su temor ante un posible segundo mandato de Trump y su impacto global.
A medida que avanza la jornada, otros incidentes relacionados con la seguridad rememoran la violencia potencial asociada con las elecciones. Un individuo fue detenido en el Capitolio portando una antorcha y una pistola de bengalas, lo que llevó al cierre del edificio por precaución. En Nashville, el FBI informó sobre la detención de un hombre que planeaba atacar una instalación eléctrica, siendo éste un acto motivado por racismo y extremismo. Además, varios estados clave informaron sobre avisos de bomba falsos, presuntamente originados desde dominios rusos. Con estas tensiones, las elecciones más disputadas en décadas se ven marcadas por una intensa vigilancia y una atmósfera de incertidumbre, especialmente en estados críticos como Georgia, donde las intimidaciones han sido rechazadas categóricamente por funcionarios locales.
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