El hallazgo de los cuerpos de seis rehenes asesinados por Hamás ha intensificado las negociaciones entre Estados Unidos e Israel para lograr un alto el fuego y la liberación de los secuestrados en Gaza. La Casa Blanca, con el presidente Joe Biden involucrado personalmente, ha señalado la urgencia de la situación, mientras asegura que es «absolutamente posible» conseguir un acuerdo. En medio de críticas hacia la administración Biden y la presión de la campaña electoral, Kamala Harris ha insistido en priorizar el alto el fuego. Mientras tanto, EE.UU. mantiene su postura de que Israel no ha cometido crímenes de guerra, a pesar de informes de Amnistía Internacional que sugieren lo contrario.
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