El partido Vox llevó a cabo un acto político en El Ejido, Almería, una localidad caracterizada por su diversidad cultural y alta población migrante. La diputada por Almería, Rocío de Meer, utilizó el evento para insistir en la deportación masiva de inmigrantes, apuntando a problemas de convivencia tras un reciente asesinato supuestamente cometido por un migrante. Esta retórica no parece resonar con muchos de los residentes. En el entorno del Bulevar, donde se celebró la rueda de prensa, tanto habitantes locales como extranjeros convivían sin problemas visibles. La mayoría de los negocios son propiedad de personas migrantes, quienes expresaron que no hay tal inseguridad como se percibe desde fuera.
A pesar de la convocatoria de Vox para protestar contra la inmigración, la asistencia fue escasa, limitada a unos pocos simpatizantes y observada por agentes de la Policía Nacional. Las opiniones entre los locales son diversas: algunos recuerdan los disturbios racistas de hace 25 años con la esperanza de no repetirlos, mientras otros insisten en que la situación está exagerada. Aunque hay quienes indican que la presencia de inmigrantes es notable, muchos residentes, como el marroquí Zarwal y empresarios locales, afirman que la comunidad vive en relativa paz y que la mano de obra migrante es crucial para la economía local. La retórica antiinmigrante es vista por algunos como un intento político de ganar votos aprovechando el miedo y la inseguridad.
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