En medio del debate sobre la acogida de menores migrantes, el reciente compromiso del Partido Popular (PP) en Baleares de limitar la llegada de estos jóvenes ha revitalizado la postura del partido de Santiago Abascal, Vox. La decisión de los ‘populares’ ha sido interpretada por la formación de extrema derecha como un paso en su dirección, lo que incrementa la tensión dentro del ámbito político. Vox sigue firme en su rechazo a ceder en sus líneas rojas, insistiendo en la importancia de «negociar» sin comprometer sus principios, que incluyen la reducción drástica del número de migrantes admitidos, resaltando su desaprobación hacia políticas migratorias más abiertas.
Ante la situación, el Partido Popular enfrenta un desafío creciente, ya que equilibrar sus principios con las demandas de Vox es crucial para mantener alianzas políticas. Este nuevo acuerdo de limitar la acogida de menores se encuadra en un contexto más amplio de debates sobre la política migratoria de España, los cuales continúan siendo un tema candente en la agenda nacional. La situación refleja la presión constante que sufren los partidos mayoritarios entre satisfacer las demandas de sus bases tradicionales y las exigencias de alianzas más extremas, lo que podría definir el futuro de las políticas migratorias y la estabilidad de las coaliciones en las regiones autónomas del país.
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