El recién nombrado director general del Servicio Jurídico ha llegado al puesto con el respaldo de su predecesor, Daniel Calleja, quien ha sido el centro de la controversia tras ser criticado por Bolaños debido a su postura sobre la amnistía. La conexión entre ambos directivos destaca la continuidad en la dirección del organismo, aunque la entrada en el cargo del nuevo director se produce en un contexto de tensiones políticas. La amnistía se ha convertido en un tema divisivo, y la posición de Calleja había generado fricciones que ahora se trasladan indirectamente al ámbito del nuevo liderazgo.
La elección del nuevo director bajo el auspicio de Calleja refleja un intento de preservar la línea estratégica del Servicio Jurídico mientras se enfrenta a un escenario político complicado. Las críticas de Bolaños subrayan la polarización del debate sobre la amnistía, lo que podría influir en futuras decisiones del organismo. En este clima de incertidumbre, la influencia del exdirector Calleja plantea interrogantes sobre la independencia y dirección que asumirá el servicio en el manejo de cuestiones legalmente sensibles.
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