Ursula Von der Leyen enfrenta un camino difícil para ser reelegida como presidenta de la Comisión Europea, a pesar de haber ganado las elecciones y contar con el respaldo de los líderes de la UE. Ahora necesita 361 votos del Parlamento Europeo, pero su partido, el PPE, solo tiene 188 escaños, y ni con los 136 de los socialdemócratas lograría la mayoría. Buscando apoyos adicionales, se ha reunido con varios grupos en la Eurocámara, incluyendo a los socialdemócratas, liberales y verdes, pero enfrenta resistencias internas y externas. Mientras los socialdemócratas condicionan su apoyo a políticas de vivienda, los Verdes esperan su discurso para decidir, y los liberales de Renew han pedido que no pacte con ECR, grupo al que pertenece Giorgia Meloni, quien se abstuvo inicialmente. La votación secreta y la falta de disciplina de voto añaden incertidumbre al proceso, manteniendo a la Eurocámara en vilo.
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