En el contexto actual de Europa, la presidenta de la Comisión Europea ha declarado que es crucial reconocer de manera clara los desafíos en materia de seguridad que enfrenta el continente. Los incidentes recientes, que incluyen vuelos de drones no autorizados en territorio de la Unión Europea, ciberataques crecientes y el corte de cables submarinos esenciales para la comunicación, representan amenazas directas a la infraestructura crítica de la región. Estas situaciones han generado preocupación sobre la resiliencia y la seguridad de Europa, motivando llamados a una respuesta unificada y a la implementación de medidas más estrictas para garantizar la protección de sus redes y recursos vitales.
La presidenta subrayó la necesidad de actuar decididamente para contrarrestar estas amenazas y proteger a los ciudadanos europeos. Según la líder del Ejecutivo de la UE, la actual escalada de actividades sospechosas y sabotajes potenciales deja claro que no se puede subestimar el nivel de riesgo. Insistió en que «ha llegado el momento» de abordar estos desafíos con firmeza, adoptando políticas robustas y mejorando la cooperación entre los países miembros. En este marco, se destacó la importancia de invertir en tecnología de seguridad avanzada y aumentar los esfuerzos de vigilancia y defensa cibernética, con el fin de salvaguardar el futuro de la región en un entorno cada vez más volátil.
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