En una entrevista con EL MUNDO, la presidenta de la Comisión Europea y la del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, analizaron la relevancia histórica del ingreso de España en la Comunidad Económica Europea (hoy Unión Europea) en 1985. Destacaron que esta adhesión significó una importante transformación para el país, permitiendo su integración en el mercado común y elevando sus estándares democráticos y económicos. La incorporación impulsó un periodo de modernización y desarrollo, contribuyendo significativamente al crecimiento económico y a la mejora de infraestructuras y servicios en España.
Además, Metsola subrayó el impacto político y social del ingreso en la UE, el cual fortaleció la posición de España en el escenario internacional y promovió mayores conexiones con otros países europeos. La integración no solo trajo beneficios económicos, sino que también fomentó un sentido de pertenencia e identidad europea entre los ciudadanos españoles. Ambas líderes coincidieron en que la adhesión de España se convirtió en un ejemplo del valor de la unión europea para promover la paz, la estabilidad y la prosperidad entre sus miembros.
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