En medio de un clima político tenso, la presidenta enfrenta su tercera moción de censura en tres meses. La extrema izquierda y la extrema derecha han lanzado procesos paralelos que se votarán este jueves. Aunque ambas iniciativas han captado la atención mediática y generan debate, se anticipa que no reunirán suficiente apoyo para destituir a la mandataria. Los analistas señalan que estas mociones reflejan la creciente polarización política del país y la falta de consenso entre las fuerzas en el poder.
El ambiente político sigue enrarecido a medida que se acercan las votaciones. Las dos mociones, a menudo vistas como iniciativas más simbólicas que factibles, ponen de manifiesto la fragilidad de la actual administración. Observadores internacionales expresan preocupación por la estabilidad política y la gobernabilidad, mientras el gobierno intenta mantener el control frente a las críticas de ambos extremos del espectro político. La presidenta, sin embargo, se muestra decidida a seguir adelante, confiando en el respaldo de sus aliados cercanos para salir airosa de este nuevo desafío.
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