Más de cien personas se han movilizado este sábado para encontrar a Alejandro Aranda Lasheras, un joven de 30 años oriundo de Alcalá de Moncayo, Zaragoza, considerado vulnerable debido a un diagnóstico de esquizofrenia. Alejandro fue visto por última vez el fin de semana pasado en Valladolid. La búsqueda se inició en la plaza de toros de Laguna de Duero, a unos 10 kilómetros de la capital vallisoletana, y contó con la participación de voluntarios, amigos, familiares y equipos de la Guardia Civil y Policía Nacional equipados con drones. La estrategia ha sido peinar un área de diez kilómetros en cuadrículas, utilizando equipos de búsqueda de cuatro o cinco personas y vehículos todoterreno para explorar zonas rurales y bosques, ya que el joven es aficionado a la naturaleza.
En un esfuerzo por amplificar la búsqueda, el padre de Alejandro, Eduardo, y su hermana Isabel, han proporcionado a los medios una descripción detallada del joven: mide 1,88 metros, tiene complexión normal, pelo castaño y ojos verdes, y vestía ropa oscura la última vez que fue visto. Han destacado la importancia de difundir la información a través de redes de contacto como cazadores y otras personas que puedan recorrer amplias zonas. Eduardo ha enfatizado que su hijo no es agresivo y ha hecho un llamado para que cualquier información sobre su paradero sea comunicada a la Policía Nacional, la Guardia Civil o los servicios de emergencia. Según el subdelegado del Gobierno, Jacinto Canales, la falta de pistas agrava la preocupación, dado que Alejandro, un profesor e historiador, podría haber recorrido grandes distancias desde su desaparición.
Leer noticia completa en 20minutos.