La joven Vivian Jenna Wilson, hija de Elon Musk y activista transgénero, ha decidido tomar un papel activo en la esfera pública para distanciarse de la polémica figura de su padre, Elon Musk, quien en los últimos años ha adoptado posiciones ultraconservadoras que han causado fricción entre ambos. Wilson, de 20 años, ha ofrecido una serie de entrevistas en los medios, incluyendo una charla con el influencer Hasan Piker y una aparición en la revista Teen Vogue, con el objetivo de ser reconocida por su identidad propia y no solo como la hija del magnate. En estas entrevistas, Wilson ha criticado abiertamente la postura de su padre hacia la comunidad transgénero y otras comunidades marginadas, tildando sus políticas como «terrorizantes» y caracterizando la era actual liderada por Musk y el gobierno de Donald Trump como «caricaturescamente malvada».
La relación entre Wilson y Musk ha sido tensa desde hace tiempo, al punto de que Vivian decidió cambiar legalmente su apellido al de su madre, Justine Wilson, en un intento por cortar lazos con Elon Musk. Pese a ello, la joven no ha dudado en expresar su indignación sobre las actitudes y acciones de su padre, incluso llegando a desestimar su influencia personal en las decisiones de Musk, a quien describe como un «narcisista». En sus declaraciones, Wilson se ha alejado más allá de los lazos familiares al priorizar su independencia financiera y se ha mostrado dispuesta a explorar su propio espacio en el mundo del entretenimiento, incluso considerando la posibilidad de participar en reality shows. A pesar de las divisiones familiares, Vivian se ha convertido en una figura de referencia para muchos en la comunidad LGTBQI+, aprovechando su creciente visibilidad para abogar por los derechos y libertades de las comunidades marginadas.
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