El avance tecnológico en 2025 se anticipa a ser un periodo de intensas transformaciones que impactarán tanto a nivel empresarial como en la interacción humana con la tecnología. A medida que se acerca esta fecha, las expectativas se centran en la evolución de la inteligencia artificial (IA), mejoras en ciberseguridad, sostenibilidad y la gestión de redes, según Liz Centoni, Chief Strategy Officer de Cisco.
En el ámbito de la inteligencia artificial, se prevé la llegada de la «IA agentic», que dejará de ser una mera herramienta para convertirse en un colaborador proactivo. Esta tecnología emergerá como un pilar en sectores como el servicio al cliente y la operativa de redes, anticipándose a necesidades antes de que estas se expresen y resolviendo problemas de manera automática. Las empresas experimentarán un aumento significativo en eficiencia y personalización, aunque deberán enfrentar desafíos éticos asociados.
El entorno laboral verá un cambio radical con la inclusión de humanoides impulsados por IA, lo que llevará a replantear las dinámicas en los lugares de trabajo. Garantizar la seguridad de datos y lidiar con la posible sustitución de empleos humanos serán prioridades en esta nueva etapa de colaboración hombre-máquina.
A pesar de las promesas de la inteligencia artificial, su implementación no estará exenta de retos significativos. A día de hoy, solo un 21% de las empresas cuenta con la infraestructura adecuada para manejar la demanda creciente de IA. Se enfrentarán barreras relacionadas con la preparación de datos y deberán ajustar expectativas al tiempo de apostar por ganancias a largo plazo.
La ciberseguridad cobra relevancia ante nuevas amenazas emergentes en el ámbito tecnológico. Los sistemas generativos de IA podrían ser manipulados y, frente a la emergencia de la computación cuántica, será imprescindible adoptar cifrados de seguridad más robustos. Integrar IA en la defensa de redes se perfila como una estrategia clave para estas contingencias.
Además, la gestión de redes promete una revolución que podría reducir los tiempos de inactividad al mínimo. Con la automatización de configuraciones mediante IA, las empresas podrán maximizar su eficiencia operativa, mejorando así la satisfacción del cliente.
En el ámbito de sostenibilidad, aunque la IA conlleva elevados consumos de energía, también podría ofrecer soluciones. Se prevé que para 2025, los centros de datos de IA consumirán tanta energía como un país del tamaño de los Países Bajos, por lo que la implementación de microgrids y modelos energéticos eficientes será esencial para mantener un equilibrio entre innovación y sostenibilidad.
El año 2025 marcará, según los analistas, un punto de inflexión donde la convergencia de avances en IA, ciberseguridad, sostenibilidad y gestión de datos transformará la manera en que las empresas operan y cómo los individuos interactúan con la tecnología. Adentrarse en este futuro requerirá un abordaje estratégico y pragmático para sortear los desafíos a la vez que se capitalizan las oportunidades emergentes. Un panorama donde tecnología y humanidad pueden prosperar de la mano.