Un ataque armado en el bar La Casita Azul, ubicado en Villahermosa, Tabasco, dejó un saldo de al menos cinco muertos y siete heridos, marcando un violento inicio de año para la región. El incidente, ocurrido en la colonia Tamulté de las Barrancas, desató una inmediata respuesta de las autoridades, que coordinaron un operativo conjunto entre la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa y las fuerzas estatales para asegurar la zona y comenzar las investigaciones pertinentes. Este violento episodio es el último de una serie de eventos criminales en la ciudad, que sigue sufriendo las consecuencias del aumento de la violencia. Fernando Vázquez Rosas, vocero del Gobierno, aseguró que la Fiscalía del Estado se encargará de las averiguaciones para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.
El aumento de la violencia en Tabasco, antes alejado de los conflictos criminales más notorios, refleja una preocupante tendencia en México. Datos del Armed Conflict Location & Event Data (ACLED) sitúan al país como uno de los más afectados por la violencia extrema en el mundo, destacando el creciente poder de grupos criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y las disputas internas, como la que afectó a la organización local La Barredora. Este panorama ha llevado a un repunte significativo en los homicidios en Tabasco durante 2024, alcanzando cifras históricas con 1.089 homicidios reportados en el año. El académico Carlos Pérez Ricart señala que el conflicto se ha expandido territorialmente hacia regiones previamente no consideradas de alto riesgo, como Tabasco y Chiapas, situándolas ahora entre las principales preocupaciones de seguridad en el país.
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