Después de seis días de tensión tras el incidente protagonizado por Vinicius Jr. en el Real Madrid, el técnico Xabi Alonso decidió tomar una medida conciliadora durante el reciente partido. El brasileño fue reemplazado junto a Kylian Mbappé en el minuto 78, cuando el encuentro ya estaba definido, lo que marcó un momento de tregua en la relación entre el jugador y el entrenador. Vinicius, que anteriormente había mostrado descontento por su sustitución durante el clásico, aceptó el cambio en silencio y saludó a su entrenador, sugiriendo un cese temporal en la controversia. A pesar de las preguntas insistentes sobre el penalti fallado por Vinicius cuando Mbappé es el principal ejecutor, Alonso respondió brevemente, dando señales de cansancio con el tema.
La afición del Santiago Bernabéu, ante la situación, optó por una actitud de indiferencia generalizada. Aunque algunos silbidos discretos se escucharon al fallar el penalti, la reacción del público fue en su mayoría de dejar pasar el incidente sin mayor revuelo. En contraste con la tradición histórica del estadio de manifestar su descontento ante cualquier desliz, la masa mostró una postura indulgente. La animación en el estadio intentó dar un toque de reconciliación, cantando tanto a favor de Xabi como de Vinicius. El comportamiento tranquilo de la grada, combinado con el buen desempeño general del equipo durante el partido, contribuyó a una noche sin mayores sobresaltos, donde Mbappé recibió el mayor reconocimiento.
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