La segunda etapa de la Vuelta a España, que se desarrolló en los Alpes italianos, estuvo marcada por una intensa lucha en el ascenso final a Limone Piemonte. Con un recorrido de 160 kilómetros, la etapa fue un desafío para los ciclistas, especialmente en los últimos 10 kilómetros de pendiente pronunciada. Jonas Vingegaard se destacó como el dominador, mostrando su supremacía frente a contendientes como Ciccone, Bernal y Ayuso. El danés ejecutó un impresionante sprint final, superando a Ciccone y dejando claro que es el favorito para el triunfo en la competición. El día comenzó con un homenaje a Iván Meléndez, un joven ciclista fallecido recientemente, lo que dio un tono solemne antes de que la competencia cobrara vida.
La partida desde Alba, conocida por su gastronomía y productos como la trufa blanca y el vino Barolo, fue un festival para los aficionados, quienes abarrotaron las calles para ver a sus ídolos. El recorrido no estuvo exento de incidentes: una caída múltiple afectó a varios ciclistas, incluido Vingegaard, quien mostró su resistencia al recuperarse rápidamente. En la subida final, los diversos equipos intentaron poner a prueba sus estrategias, pero Visma demostró su dominio al frente del pelotón. Aunque Marc Soler intentó un ataque tardío, finalmente fue Vingegaard quien consolidó su liderazgo, llevándose el maillot rojo y enviando un claro mensaje a sus rivales de su intención de ganar la Vuelta.
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