El pendrive entregado por la exmilitante del PSOE, Leire Díez, a su partido, ha destapado una grabación que implica al comisario José Manuel Villarejo en una serie de maniobras para desacreditar a dirigentes independentistas catalanes durante las elecciones de 2012. En la grabación, Villarejo revela a Alicia Sánchez Camacho, entonces presidenta del PP catalán, un plan para difundir informes policiales falsos contra líderes de CiU, con la intención de evitar que obtuvieran una mayoría absoluta. Esta acción, conocida como Operación Cataluña, fue promovida por Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, y se ejecutó a través de ciertos medios de comunicación para difundir dichas falsedades sin comprometer al partido.
La reunión grabada por Villarejo tuvo lugar pocos días antes de las elecciones autonómicas convocadas por Artur Mas. Durante la conversación, Villarejo comentó que tenían infiltrados en los partidos independentistas y planeaban centrar la atención pública en las supuestas corrupciones de figuras como Jordi Pujol y Artur Mas. Aunque la campaña electoral estuvo plagada de informes policiales no verificados, muchas de estas acusaciones resultaron ser falsas y archivadas judicialmente. A pesar de esto, CiU perdió 12 escaños y se vio obligada a negociar con ERC para mantener el gobierno, un desenlace que líderes independentistas atribuyen a la manipulación mediática de la Operación Cataluña.
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