En una emotiva tarde en el Centro Cultural Zazuar, la Junta Municipal de Villa de Vallecas rindió homenaje a una veintena de personas que han alcanzado o están próximas a cumplir el siglo de vida. Acompañadas de familiares y amigos, estas personas centenarias fueron reconocidas por su valiosa contribución a la comunidad, recibiendo una placa conmemorativa que simboliza el respeto y la gratitud de todo el distrito.
El evento fue presidido por el concejal del distrito, Carlos González Pereira, quien no escatimó en elogios al dirigirse a los homenajeados. «Su vida es el testimonio de la historia que nos ha traído hasta aquí. Nos inspiran a afrontar el futuro con esperanza y determinación», manifestó Pereira, dejando claro que la experiencia y las vivencias de estos mayores son un pilar fundamental para las nuevas generaciones.
El auditorio se llenó de aplausos y emociones mientras los asistentes disfrutaban de una actuación especial del Grupo Rociero de Vicálvaro, que añadió un toque tradicional y festivo a la jornada. Este grupo musical animó el ambiente, haciendo que incluso algunos de los homenajeados se dejaran llevar por el ritmo, reflejo de una vitalidad que desafía el paso del tiempo.
Durante su intervención, el concejal puso en relieve el papel crucial de los centros municipales de mayores Santa Eugenia y Villa de Vallecas. «Estos centros aportan servicios esenciales y actividades que promueven un envejecimiento activo, mejorando así la calidad de vida de sus miembros», explicó González Pereira. Su labor es, sin duda, un sostén para muchos mayores del distrito que encuentran en estos espacios un lugar de desarrollo, aprendizaje y convivencia.
La ceremonia fue, más allá de un acto formal, un reconocimiento a quienes han vivido un siglo repleto de cambios y transformaciones. Un testimonio del respeto intergeneracional y la importancia de valorar la experiencia y los aportes de nuestros mayores en la construcción de la comunidad actual.
Al finalizar el acto, los asistentes disfrutaron de un tiempo para compartir y recordar anécdotas, confirmando que, aunque cada uno ha recorrido su propio camino, todos han dejado una huella imborrable en la historia de Villa de Vallecas. Estas celebraciones no solo honran el pasado, sino que también inspiran al futuro, reafirmando la premisa de que la edad no es más que un número, y que la vitalidad y la contribución a la comunidad no se desvanecen con los años.