En los últimos años, Vietnam ha adoptado con determinación el avance de la era digital, delineando un enfoque estratégico que busca posicionar al país como líder tecnológico en el Sudeste Asiático. La emisión de la Resolución 57-NQ/TW por parte del Politburó el 22 de diciembre de 2024 marca un punto de inflexión crucial en esta transformación. Con ambiciosos objetivos para 2030 y una visión clara hacia 2045, esta resolución establece las bases para que Vietnam logre emerger como un país de ingresos altos y se convierta en un actor significativo en la economía digital global.
La Resolución 57 se centra en la ciencia, la tecnología, la innovación y la transformación digital como pilares fundamentales para el desarrollo socioeconómico del país. Estos elementos no solo son impulsores de productividad y crecimiento económico, sino que también son esenciales para que Vietnam pueda superar la trampa de los ingresos medios y avanzar hacia un modelo de desarrollo sostenible. Entre sus metas más destacadas figuran alcanzar, en 2030, un 30% del PIB proveniente de la economía digital y, en 2045, consolidar a Vietnam como un centro regional líder en la industria tecnológica digital, con empresas que compitan a nivel global en inteligencia artificial, Big Data y semiconductores.
La transformación digital, según la resolución, trasciende la mera implementación tecnológica. Se concibe como un modelo de desarrollo innovador que busca reformar las relaciones de producción, la gobernanza institucional y los sistemas económicos. Vietnam se enfrenta a retos como modernizar su infraestructura digital, desarrollando redes 5G y 6G y centros avanzados de datos; formar una fuerza laboral altamente calificada en áreas como inteligencia artificial y energías limpias; e implementar reformas administrativas que promuevan la innovación.
Para llevar a cabo esta ambiciosa transformación, se ha propuesto el Método CSCI (Complejo de Estrategia, Comunicación e Inversión). Este enfoque busca estandarizar procesos y crear un marco común entre el gobierno, las empresas y la sociedad civil, fomentando la coordinación y contribución eficaz al progreso digital.
Sin embargo, la implementación de estas iniciativas enfrenta desafíos significativos. Persisten desigualdades en la adopción digital entre áreas urbanas y rurales, una limitada conciencia pública sobre los beneficios y riesgos de la transformación digital, y preocupaciones críticas en torno a la ciberseguridad, que requiere una atención prioritaria.
Con una dirección clara y el compromiso político definido en la Resolución 57, Vietnam está en posición de convertirse en un modelo de transformación digital para la región. Mantener el foco en construir una infraestructura robusta, desarrollar talentos y reformar sus instituciones será clave para alcanzar las metas establecidas para 2045. La cooperación interdisciplinaria y la adopción de modelos innovadores, como el Método CSCI, serán cruciales para coordinar esfuerzos y optimizar recursos. Así, Vietnam no solo avanzará hacia una economía digital competitiva, sino que también podrá crear un entorno inclusivo y sostenible, donde personas, empresas y el gobierno trabajen conjuntamente para un futuro más próspero.