En un movimiento estratégico que busca situar a Vietnam como un actor relevante en la industria global de semiconductores, el gobierno vietnamita ha dado luz verde a una inversión de 500 millones de dólares para la construcción de su primera planta de fabricación de chips. Este ambicioso proyecto se enmarca dentro de la recientemente aprobada Estrategia de Desarrollo de Semiconductores 2030, Visión 2050, una iniciativa que pretende reducir la dependencia del país de las cadenas de suministro internacionales.
La planta se enfocará en la producción de semiconductores de pequeña escala y alta tecnología, cuyos principales destinatarios serán sectores críticos como la seguridad nacional, la inteligencia artificial y la electrónica avanzada. Nguyen Trung Kien, subdirector de la división de tecnología de semiconductores de Viettel, afirmó: «La tecnología de semiconductores es el futuro. Esta iniciativa permitirá a Vietnam competir a nivel global en diseño y fabricación de chips».
Para atraer inversión privada y acelerar el desarrollo del sector, el gobierno vietnamita ha diseñado un paquete de incentivos financieros que incluye subvenciones del 30% del costo del proyecto para fábricas completadas antes de 2030, beneficios fiscales que permiten retener hasta el 20% de los ingresos imponibles para reinversión, y asignación directa de terrenos sin necesidad de subastas.
El Primer Ministro de Vietnam supervisará personalmente la selección de empresas privadas que colaborarán en el proyecto, asegurando así una integración efectiva entre la inversión pública y privada.
La tensión comercial entre Estados Unidos y China ha generado un escenario favorable para que Vietnam emerja como un nuevo polo de semiconductores en Asia. Su pujante industria tecnológica ya está dando pasos significativos, con empresas locales como Viettel desarrollando chips avanzados. La comunidad internacional, incluyendo a países como Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, ha mostrado interés en estrechar lazos con Vietnam en este sector, lo que podría atraer inversiones extranjeras y fomentar un crecimiento acelerado.
No obstante, el camino hacia el liderazgo en la industria de semiconductores presenta desafíos considerables. Vietnam enfrenta una escasez de ingenieros especializados y altos costos iniciales para la construcción y operación de plantas. El competitivo mercado global, dominado por gigantes como Taiwán, Corea del Sur y Estados Unidos, representa un desafío adicional.
A pesar de estos obstáculos, la combinación del respaldo gubernamental, la inversión privada y un creciente talento tecnológico otorga a Vietnam el potencial de convertirse en un jugador clave en la industria de chips en las próximas décadas. Con este proyecto, Vietnam no solo busca reforzar su posición en la cadena de suministro global, sino también avanzar hacia una independencia tecnológica que se vislumbra en el horizonte para 2050.