Las condiciónes imprevistas del clima están afectando gravemente a la industria náutica en el Mediterráneo y la costa atlántica española. En Roses, la tramontana requiere de servicios continuos para las 487 embarcaciones del puerto deportivo, mientras el cambio climático extiende la temporada de mantenimiento. En Sada, la firma Cadenote ve una mayor demanda para embarcaciones de segunda mano, debido en parte a la calma con las orcas y la estabilidad del clima. En Sanxenxo, el incremento de precios y la demanda por veleros eléctricos están modificando las tendencias del mercado náutico. Los costes de reparaciones, transporte y pintura de los barcos son elevados y afectan tanto a los propietarios como a las empresas de recambios, que recurren a proveedores chinos para abaratar costos. Al mismo tiempo, el chárter de embarcaciones vive un buen momento, impulsado por la incertidumbre meteorológica y el atractivo de escapadas náuticas de último momento.
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