La gestión del Gobierno de López Obrador en salud ha sido deficiente. La sustitución del Seguro Popular por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) resultó en la falta de cobertura para más de 22 millones de mexicanos y en la extinción del propio Insabi, transfiriendo estas responsabilidades al IMSS. La pandemia de covid-19 reveló graves carencias en recursos, personal médico y vacunas, además de la reticencia del Ejecutivo a usar cubrebocas. Enfrentamientos con la reciente amenaza del virus del mpox, la Administración no ha acelerado la adquisición de vacunas. Los retos en materia de salud para el próximo gobierno de Claudia Sheinbaum serán considerables.
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