La Corte Suprema de Michigan ha establecido un precedente significativo al dictaminar sobre la privacidad digital en el caso de People v. Carson. La decisión impone límites estrictos a las órdenes de registro de teléfonos móviles, exigiendo que se centren únicamente en los datos directamente relacionados con el delito investigado.
El caso surgió cuando Michael Carson fue acusado de robo. La orden de registro, que permitía revisar «cualquier y toda data» en su dispositivo, resultó en la obtención de más de mil páginas de información no relacionada con el crimen. La Corte concluyó que tal amplitud era «constitucionalmente intolerable», infringiendo el Cuarto Amendment que demanda especificidad en las órdenes de búsqueda.
En una era donde los dispositivos móviles contienen vastas cantidades de información personal, este fallo se alinea con una tendencia nacional a favor de salvaguardar la privacidad digital. Organizaciones de derechos civiles han defendido la necesidad de restricciones explícitas, advirtiendo que búsquedas indiscriminadas podrían poner en riesgo la privacidad individual.
Este veredicto es considerado un paso clave hacia la protección de los derechos digitales, brindando un modelo que otras jurisdicciones podrían seguir para fortalecer la seguridad personal en el contexto moderno.