El Real Madrid logró mantenerse invicto por 42 partidos en la Liga tras vencer al Celta de Vigo 2-1 en un encuentro repleto de emociones en el estadio de Balaídos. El equipo blanco, aún en busca de consolidar su nuevo esquema bajo la dirección de Carlo Ancelotti, recurrió a su tradicional efectividad en las áreas para sacar adelante el partido. La figura del guardameta Thibaut Courtois volvió a ser crucial, salvando en momentos claves, mientras que en la delantera, los goles de Kylian Mbappé y Vinicius Júnior fueron determinantes para sellar la victoria. A pesar de las dificultades ante un Celta atrevido, que puso en aprietos a la defensa madridista, el equipo pudo preservar su racha ganadora, con el récord del Barcelona en la mira, justo antes de recibir a otro duro competidor, el Borussia Dortmund, en la Champions League.
El experimento táctico de Ancelotti, alineando tres centrales y buscando mayor presencia en ataque, dejó dudas y complicó la ejecución del plan de juego, donde Tchouaméni se vio desorientado en varias ocasiones. Mientras el Celta conducía el partido con claridad y velocidad, creando peligro a través de la organización de Borja Iglesias y los incisivos movimientos de sus atacantes, el Real Madrid contrarrestó con destellos individuales de sus estrellas ofensivas. La entrada de Luka Modric en la segunda parte fue clave, al dar un pase magistral que habilitó a Vinicius para marcar el gol de la victoria. A pesar de las adversidades, el Madrid resistió los repetidos intentos de un Celta insaciable y regresó a casa con la tranquilidad de haber cumplido, pero con la inminente necesidad de afinar su juego colectivo rumbo a futuros desafíos en el calendario.
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