En Torrejón de Ardoz, una operación encubierta destapó una red de explotación sexual que operaba en tres pisos de la localidad, prometiendo ganancias sustanciosas a mujeres colombianas que se encontraban en situación vulnerable. El principal implicado, conocido como ‘Koko’, convencía a estas jóvenes de que podrían ganar hasta 1.500 euros semanales a cambio de servicios sexuales. Sin embargo, las expectativas de un ingreso estable se transformaban en un ciclo de explotación y control, donde las víctimas tenían poco margen para liberarse de la situación que les habían vendido como una oportunidad lucrativa y temporal.
El caso ha sacado a la luz la complejidad de las redes de trata que operan en la región, y cómo estas organizaciones logran captar a sus víctimas ofreciendo condiciones económicas atractivas mientras que en realidad operan bajo un modelo de coacción y engaño. Las autoridades locales han desplegado un equipo de apoyo especializado para acompañar a las mujeres rescatadas, en un esfuerzo por reintegrarlas a la sociedad y ofrecerles oportunidades reales de trabajo y sustento. Este operativo también ha puesto en evidencia la necesidad de políticas más rigurosas para combatir la explotación sexual y las redes de trata, subrayando la importancia de la cooperación internacional para abordar un problema que trasciende fronteras.
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