El fenómeno de los programas de concursos con famosos sigue capturando la atención de las audiencias en España, con cadenas como Telecinco liderando la producción de estos formatos. La cadena continúa apostando fuerte por los «realities» y «talents», a través de programas como «Gran Hermano», en sus ediciones tanto con anónimos como VIP, y «Supervivientes», que ya va por su vigésima segunda edición, entre otros. Este tipo de programas no solo captan grandes audiencias, sino que también ofrecen a los participantes la posibilidad de percibir un caché que supera con creces el salario mínimo interprofesional anual, que para 2025 se ha fijado en 16.576 euros. La rentabilidad de estos programas es tal, pese a su alto costo de producción, que la cadena está preparando incluso una nueva edición de «Supervivientes All Stars», donde concursantes pasados regresan a la competición.
Otras cadenas no se quedan atrás en la competencia por el dominio del horario «prime time» con formatos similares. La 1 ha logrado ascender en las audiencias con «Bake Off: Famosos al horno», «Maestros de la costura Celebrity» y «MasterChef Celebrity», mientras que Antena 3 fortalece su oferta con éxitos como «Mask Singer», «El desafío» y «Tu cara me suena». Sin embargo, estas producciones no están exentas de polémica. Recientes declaraciones de Paula Gonu, participante del «Bake Off» de Prime Video, han desatado discusiones sobre posibles pactos en las expulsiones de los concursantes, lo que llama a cuestionar la autenticidad de las competiciones. Los comentarios de Gonu arrojan luz sobre la dinámica interna de estos programas y sugieren que las «expulsiones pactadas» podrían ser una realidad común en la industria.
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