En una época donde el deporte se ha convertido en no solo una vía para mantener un buen estado físico, sino también una forma de vida para muchos, los expertos advierten sobre los riesgos de establecer objetivos deportivos poco realistas. A menudo, figuras deportivas de alta competencia sirven de inspiración para nuevos atletas, lo cual es positivo siempre y cuando se aborden estos modelos de manera saludable. Un claro ejemplo es el caso de destacados corredores como la atleta navarra, cuya impresionante trayectoria ha motivado a muchos a iniciarse en el mundo del running. Sin embargo, los especialistas recuerdan la importancia de adaptar las metas a las capacidades individuales de cada persona, en lugar de intentar replicar el riguroso entrenamiento de un corredor profesional.
En la búsqueda de un equilibrio entre la ambición y la salud, se sugiere establecer objetivos SMART (siglas en inglés de Específico, Medible, Alcanzable, Relevante y Temporal), lo que permite a los deportistas no solo mantener la motivación, sino también asegurar que su progreso no comprometa su bienestar físico y mental. Entrenadores y psicólogos deportivos coinciden en que el esfuerzo por mejorar debe estar siempre sincronizado con las necesidades personales y el estilo de vida de cada individuo. Al fomentar una cultura deportiva basada en la superación personal equilibrada, se garantiza que las personas puedan disfrutar de los beneficios del deporte sin caer en el desánimo o en lesiones derivadas de una sobreexigencia.
Leer noticia completa en El Mundo.