Los veranos de la chef a cargo del único restaurante con estrella Michelin de Cartagena están definidos por el sabor y la familiaridad. Inspirada por los tradicionales arroces que prepara su padre, las comidas en familia se convierten en momentos de conexión y de transmisión de recetas que han pasado de generación en generación. Estos encuentros no solo nutren su alma, sino que también influyen en su trabajo culinario, fusionando tradición con innovación en su cocina estrellada.
Además, «su refugio» en la playa se presenta como el escape perfecto para la chef, brindándole un espacio de relajación y reflexión lejos del bullicio de la ciudad. Estas pequeñas escapadas le permiten recargar energías y encontrar inspiración en la serenidad del mar, logrando así mantener el equilibrio entre su intensa vida profesional y el disfrute de los pequeños placeres de la vida familiar y personal, elementos esenciales que se reflejan en la pasión y dedicación que imprime en cada plato que sirve.
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