El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, ha anunciado el inicio de un ambicioso ejercicio militar denominado Caribe Soberano 200. Este despliegue, que se llevará a cabo durante tres días en la isla de La Orchila, involucrará a 2.500 soldados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, así como a 12 buques, 22 aeronaves, y diversas unidades de artillería. El objetivo principal de estas maniobras es fortalecer las capacidades defensivas del país frente a lo que Padrino describe como «amenazas externas», concretamente refiriéndose a la presencia de buques estadounidenses en el Caribe. En sus declaraciones, el ministro destacó que el ejercicio es una respuesta directa a las crecientes tensiones bilaterales con Estados Unidos, enfatizando la necesidad de proteger la soberanía nacional.
En el contexto de tensiones con Estados Unidos, exacerbadas por las acusaciones de narcotráfico y la ilegítima reelección de Nicolás Maduro, estas maniobras pretenden demostrar la preparación militar del país. Se han desplegado fuerzas especiales, estrategias de guerra electrónica y artillería antiaérea como parte de un amplio espectro de tácticas militares. Padrino ha subrayado la importancia de estos ejercicios como medida preventiva en una coyuntura tensa, asegurando que se están tomando instrucciones del presidente Maduro y que las acciones incluyen la lucha contra el narcotráfico en la región occidental. La Orchila, con 43 kilómetros cuadrados de extensión y utilizada históricamente como base militar y residencial presidencial, se convierte así en el epicentro de esta demostración de fuerza venezolana.
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