En una medida destinada a reforzar la seguridad en la frontera con Colombia, el ministro del Interior y Justicia de Venezuela, Diosdado Cabello, ha anunciado el despliegue de más de 15,000 efectivos, además de vehículos, aeronaves y drones en los estados de Zulia y Táchira, zonas denominadas por el gobierno chavista como «Zona de Paz 1». Este movimiento se enmarca dentro de un esfuerzo por combatir el narcotráfico y las bandas criminales que, según Cabello, provienen del lado colombiano. El funcionario también subrayó la articulación de una «unión popular, militar y policial» para enfrentar a enemigos internos y externos, destacando la colaboración con las fuerzas armadas colombianas y el establecimiento de redes de vigilancia comunitaria.
El despliegue coincide con tensiones crecientes en la región, exacerbadas por la movilización de buques estadounidenses en el Caribe como parte del ejercicio militar Unitas, lo que ha generado especulaciones sobre las intenciones de Washington. Mientras tanto, los presidentes Nicolás Maduro y Gustavo Petro firmaron un memorando de entendimiento para fomentar una zona económica binacional en la frontera, lo que añade complejidad a la situación geopolítica. Aunque el gobierno colombiano busca mantener la diplomacia, la oposición de derechas en Colombia celebra las sanciones impuestas por Estados Unidos, calificando al «cartel de los soles» como una organización terrorista, aumentando la presión sobre el régimen de Maduro. En medio de estas tensiones, voces críticas alertan sobre las posibles repercusiones de cualquier acercamiento a Caracas en el ámbito internacional.
Leer noticia completa en El Pais.