El conflicto político en Venezuela generado por los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio está siendo abordado por el presidente Nicolás Maduro y los altos mandos chavistas con una estrategia de radicalización y nuevas leyes “antifascistas.” En un reciente encuentro en la Casa Amarilla, Maduro analizó la situación junto al Consejo de Estado y el Consejo de Defensa Nacional. Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, arremetió contra observadores internacionales, especialmente de la ONU, por su actuación durante las elecciones, y anunció próximas reformas legales. Mientras tanto, el fiscal general Tarek William Saab vinculó las recientes protestas a una presunta “escalada golpista” financiada por Estados Unidos, que ha dejado un trágico saldo de víctimas y detenciones.
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