Las elecciones parlamentarias y de gobernadores en Venezuela se llevaron a cabo el 25 de mayo, marcadas por una notable abstención del 42,6%, según cifras oficiales, y en medio de un ambiente de represión gubernamental que resultó en la detención de 70 opositores. El Consejo Nacional Electoral, controlado por el chavismo, declaró una contundente victoria para el oficialismo, con el 82,6% de los votos y 23 de las 24 gobernaciones. La mayoría de la oposición, liderada por figuras como María Corina Machado, había llamado al boicot, acusando el proceso de fraudulento y reflejando un descontento generalizado con el Gobierno de Nicolás Maduro, quien resultó ganador en unas elecciones presidenciales previas también cuestionadas.
El ambiente electoral estuvo caracterizado por un llamado a la desmovilización desde la oposición, reflejado en la baja participación. Mientras el oficialismo celebraba un proceso pacífico, según Elvis Amoroso, presidente del CNE, la abstención fue destacada como un triunfo por Machado, quien difundió imágenes de centros de votación vacíos como prueba del rechazo popular al régimen. Por otra parte, el CNE extendió el cierre de mesas ante una supuesta alta afluencia de última hora. En el trasfondo, las tensiones con EE.UU. aumentaron debido a la elección en la disputada región de la Guayana Esequiba, considerada por ellos como una provocación del gobierno de Maduro.
Leer noticia completa en El Pais.