La implementación de un nuevo sistema de tarifas para los visitantes que no pasan la noche en la ciudad tiene como objetivo gestionar de manera más eficiente el flujo turístico y aliviar la carga sobre los servicios locales. Los turistas que planeen visitar la ciudad por un día deberán pagar una tarifa de 5 euros si realizan su pago con antelación, mientras que aquellos que opten por llegar sin reserva se enfrentarán a un costo de 10 euros. Esta medida se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio por parte de las autoridades locales para promover un turismo más sostenible y reducir el impacto ambiental y económico que causa el turismo masivo en zonas urbanas.
Las autoridades han destacado que este sistema facilitará una mejor planificación del turismo diario, permitiendo un control más preciso sobre el flujo de visitantes y ayudando a preservar la calidad de vida de los residentes. Se espera que el sistema no solo disuada las visitas improvisadas que pueden contribuir al hacinamiento, sino que también incentive a los turistas a planificar sus viajes con antelación, distribuyendo así el volumen de visitantes de manera más uniforme a lo largo del año. Los responsables de la política turística afirman que los ingresos generados por estas tarifas se invertirán en la mejora de infraestructuras y servicios para garantizar que tanto los residentes como los turistas disfruten de una experiencia de alta calidad en la ciudad.
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