Cientos de manifestantes se congregaron frente a un edificio gubernamental, manteniendo su protesta durante más de una hora. Los participantes, portando pancartas y coreando consignas, expresaron su descontento en relación con las recientes medidas anunciadas por la administración local. La manifestación fue convocada por varias organizaciones de la sociedad civil, que buscan presionar al gobierno para reconsiderar las decisiones que, según ellos, afectan negativamente a la comunidad.
El clima en la protesta fue tenso pero mayormente pacífico. Un fuerte despliegue policial se mantuvo en el lugar para garantizar el orden, aunque no se reportaron incidentes graves. Los líderes de la manifestación sostuvieron que esta no será la última movilización si sus demandas no son escuchadas, señalando que están dispuestos a continuar sus esfuerzos de manera indefinida hasta obtener una respuesta favorable por parte de las autoridades.
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