Este domingo, los residentes de los barrios madrileños de Campamento y Aluche se manifestaron recorriendo un tramo de la autovía A-5 para expresar su oposición a los planes del Ayuntamiento de Madrid en relación con el soterramiento parcial de la carretera. La movilización surge como respuesta a la decisión del gobierno municipal de no cubrir la totalidad de la vía que atraviesa estos barrios, decisión que afecta a cerca de 12,000 vecinos. La obra, cuyo comienzo está programado para antes del 15 de octubre, demandará una inversión de 347 millones de euros y se ejecutará en dos fases, pese a la exigencia de los afectados de que se realice en una sola. La primera fase se extenderá hasta la calle Illescas, mientras que la segunda fase, bajo el control del gobierno central, se enmarca en la Operación Campamento, que se espera llegue hasta la Avenida de los Poblados.
Durante la manifestación, los vecinos, armados con pancartas y consignas, denunciaron los niveles elevados de contaminación acústica y atmosférica que afectan a la calidad de vida en la zona, problemas exacerbados por el flujo diario de unos 120,000 vehículos. Un estudio de la asociación vecinal local revela que el ruido ambiental se mantiene entre 70 y 80 decibelios, superando los límites establecidos por la normativa municipal. Emiliano Villena, un residente de 75 años, expresó su preocupación por la contaminación y el constante ruido que invade sus hogares. Los manifestantes criticaron la falta de acción efectiva por parte del Ayuntamiento, destacando con escepticismo el incumplimiento de compromisos previos. Además, la protesta subrayó las dificultades adicionales que enfrentan los ciudadanos mayores al atravesar la vía mediante pasos subterráneos, lo que constituye un reto en un área con una población envejecida.
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