En una deslumbrante etapa del Tour de Francia, Mathieu van der Poel demostró su maestría al superar a los gigantes del ciclismo y conquistar la victoria en Boulogne-sur-Mer. La etapa fue un desafío constante para los ciclistas, con lluvia, viento y un terreno complicado que puso a prueba su resistencia y habilidad. Van der Poel, recordado por su capacidad para ganar en circunstancias difíciles, no decepcionó, venciendo en un sprint final que dejó al público sin aliento. A pesar de su segundo lugar, Tadej Pogacar exhibió una actuación impresionante, completando el trío estelar junto a Jonas Vingegaard, quien mostró su característica agresividad en el recorrido.
El Tour de Francia de este año no es solo una competición de etapas, sino una serie de clásicas diarias en las que cada kilómetro cuenta. El paisaje ventoso y resbaladizo de Normandía ha servido de campo de batalla para los favoritos como Pogacar, Van der Poel y Vingegaard, seguidos de cerca por ciclistas como Enric Mas, quien sigue siendo un contendiente constante. Primož Roglič, un nombre usualmente temido, ha mantenido un perfil bajo, evitando incidentes en un entorno siempre cambiante y lleno de desafíos. Mientras tanto, Pogacar se prepara para vestir el maillot de lunares tras mantenerse al frente en la montaña, reafirmando su posición entre los mejores y recordando a todos que este Tour es tanto una prueba de habilidad como de estrategia.
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