Uzbekistán ha emergido como un destino turístico de moda en los últimos años, atrayendo a viajeros con su clima favorable, impresionantes paisajes naturales y un rico patrimonio cultural. Aunque es un país sin salida al mar, Uzbekistán compensa con sus resplandecientes embalses y lagos como Charvak y Aydarkul. Sus ciudades antiguas, como Tashkent, Samarcanda, Bujara y Jiva, resguardan historias de la Gran Ruta de la Seda, un impresionante legado cultural, y una diversidad folclórica que se refleja en tradiciones culinarias y ceremonias regionales. Este territorio, compuesto por 14 regiones, ofrece una variedad de prácticas culturales únicas, desde la elaboración del tradicional pilaf hasta ceremonias del té.
Tashkent, la capital moderna con una antigüedad de 2.200 años, y Samarcanda, una ciudad de 2,750 años reconocida por la UNESCO, destacan por sus monumentos históricos y vibrantes bazares. Bujara, con su impresionante legado islámico y sus 2,500 años de historia, y Jiva, conocida por sus antiguas murallas y nominada Capital del Turismo del Mundo Islámico, ofrecen una mirada profunda al pasado oriental. Más allá de sus ciudades, Uzbekistán ostenta maravillas naturales, desde los desiertos Kyzyl Kum y Karakum hasta las majestuosas montañas y reservas naturales. Flamencos rosados añaden un toque singular al paisaje desértico, haciendo de la región una parada obligada para los amantes de la naturaleza y la aventura.
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