Un fallo judicial en Utah ha causado revuelo al ordenar el rediseño de los distritos electorales del estado, señalando una violación de las recomendaciones de una comisión independiente destinada a evitar el gerrymandering. La jueza de distrito Diana Gibson dictaminó que los actuales mapas, creados tras el censo de 2020, no respetan la voluntad popular. Esto representa un golpe al dominio republicano del Congreso estatal, ya que Utah no ha enviado un congresista demócrata a Washington en siete años. La decisión surge como parte de una creciente batalla nacional sobre la forma en que se trazan los distritos, y se alinea con un movimiento judicial similar en Texas.
El impacto de esta decisión podría influir en las elecciones intermedias de 2026, proporcionando a los demócratas una oportunidad para recuperar la Cámara de Representantes. Utah tiene hasta el 24 de septiembre para proponer nuevos mapas, aunque los republicanos podrían retrasar el proceso presentando un recurso judicial. Esta situación refleja tensiones políticas más amplias en el país sobre el control del Congreso y las prácticas electorales, con posibles efectos en los próximos comicios. Mientras tanto, el líder republicano Robert Axson criticó el fallo como «activismo judicial», mientras que el senador demócrata Nate Boulin lo celebró como una «gran victoria», aunque anticipa resistencia por parte de la mayoría republicana.
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