La tónica, un refresco carbonatado aromatizado con quinina, se presenta como una opción menos habitual de consumo en solitario, ya que a menudo se asocia con el gin tonic. Sin embargo, es un bebida que no sólo complementa la ginebra, sino que también ofrece beneficios digestivos. Su particular sabor amargo, derivado de la quinina, la distingue de otros refrescos, lo que podría motivar a más personas a incorporarla en su dieta diaria, considerando además sus propiedades medicinales.
La quinina no solo da a la tónica su carácter único, sino que también tiene aplicaciones médicas. Se utiliza como un antimalárico eficaz, eliminando parásitos del organismo, y ayuda a prevenir calambres musculares en pacientes de diálisis. Estos aspectos resaltan un enfoque más saludable y versátil de la tónica, sugiriendo que, además de ser parte de los cocktails, podría ser consumida sola para aprovechar sus cualidades.
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