El cambio climático, uno de los desafíos más críticos del siglo XXI, encuentra en las emisiones de metano del ganado uno de sus contribuyentes principales. Con aproximadamente el 14,5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero proviniendo de este sector, se hace urgente encontrar soluciones sostenibles. Un reciente estudio destaca el potencial de las algas marinas como un suplemento alimenticio para el ganado de pasto, logrando reducir las emisiones de metano en un impactante 40% sin perjudicar la salud o el peso de los animales. Durante diez semanas, un ensayo realizado en Montana demostró que alimentar vacas con gránulos de algas marinas no solo es viable, sino también altamente efectivo en mitigar su impacto ambiental.
El metano es un gas de efecto invernadero especialmente potente, responsable del 30% del calentamiento global desde la revolución industrial. Aunque su vida útil en la atmósfera es relativamente breve -aproximadamente 12 años-, su capacidad para atrapar calor es 80 veces superior a la del CO₂ durante un periodo de 20 años. Este hallazgo subraya la urgencia de abordar las emisiones de metano. Las algas marinas emergen como una solución prometedora y accesible para los ganaderos, que podrían integrar este suplemento en sus prácticas diarias, incluso utilizando bloques que el ganado pudiera lamer. Este enfoque no solo responde a la creciente demanda global de productos cárnicos, sino que también apoya la transición hacia prácticas agropecuarias más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
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